Publicado el

El tejido de lo invisible

Crujir de sábanas, un leve movimiento y tu cuerpo desnudo que bajo ellas yace incita a mis manos a despertar para despertarte.  

Y en el aire el silencio flotando suspendido espera, mi corazón late indomable, la cama se estremece y la tensión agita los sentidos, agrieta la quietud.  

Entre tu sueño y mi vigilia inmovilidad que será quebrantada por un arrollo de caricias que irá creciendo más y más hasta desembocar en el mar de la lujuria.  

Durante nueve segundos te miro a los ojos mientras comienzan a abrirse.  

En el último segundo inundo de aire mis pulmones y lanzo mis manos hacia ti. Al acercarse me estremezco, su destino es la carne, que revive al contacto; el impacto de las yemas de mis dedos encuentra tu cuerpo descuidado, sin vigilancia, sus rincones más preciados tan solo bajo una suave sábana hallo ocultos, el ataque es inminente, inevitable y deseado.  

cama-deshecha.jpg

Tu cuerpo comienza a girar sobre si mismo, despacio, como si estuviera clavado en el torno de un artesano; yo modelo su forma con mis manos, sin prisa, sin dejar ningún rincón por repasar. Entre cada palmo de tu piel y mis manos un fluido salado y caliente comienza a mezclarse abandonando tus poros y los míos, regando nuestro carnal campo de batalla. La amnesia alcanza entonces a cada uno de los recuerdos que nos atan al resto del mundo. 

Y se abren puertas hacia el infierno en cada esquina de nuestra cama, las franqueamos todas a un tiempo y comenzamos el descenso. Nuestros cuerpos arden mientras se frotan, nuestras miradas se cruzan varias veces, los ojos en llamas arrasan todo lo que tocan. Donde la oscuridad parece cubrirlo todo la fuerte luz rojiza de nuestros corazones alumbra la contienda. Abandono entonces mi cuerpo para adentrarme en el tuyo, mi morada más preciada, un abismo de luces y sombras al que sin temor me arrojo.  

Cuando todo termina silencio, asombro, sentidos hipertrofiados y un alma en blanco que no reconoce las sensaciones, como si fuera la primera vez que se deja arrastrar. Cuanto tiempo ha pasado, me siento tan extraño………. Exhalo todo el aire de mis pulmones y como un niño pequeño me refugio en tu abrazo.

nueve

Acerca de nueve

caminando

Deja un comentario